martes, 1 de abril de 2008

Carta de amor inspirada por MI MAESTRO DE PLUMA Y DE MÚSICA (RECREACIÓN)






Llevo tiempo, unos meses, pocos, alimentando la ilusión de adolescente, ahora es real no como la vivida años atrás. Ahora las chispas si que son incendiarias, duraderas; tú causas esta dicha y tu generas este fuego. Ya sabes, en mí sólo cabe fuego, yo soy el todo o no tendrás nada.

Me recomiendas una pieza musical.. A su amparo y gloria te he besado mil veces, en sus notas he desatado tu camisa, he rociado tu piel con las lágrimas que de emoción que me arranca.. Pero no es para después, no es para despertar del sueño sino para hacer realidad el más bello cuento de amor en el tálamo infinito. No sería mayor la pasión que me dan sus notas que la emoción que me das tú. En esta secuencia intensa y dual de tu vida y la mía, juntas en pensamiento y lejos en el mapa, ha sido de tanta dicha, ha habido tantos matices, pintamos tantos paisajes.. ¡Qué fecunda relación si un cruce de miradas!.

Sólo el duelo de tu voz y la mía, sólo las lanzas y las caricias de nuestras palabras.. Más amor y más ciego afecto que en tu último experimento sentimental... Y que en todos mis lances amorosos del pasado... Cómo me gusta oírte, provocarte la risa...Cada vez más fácil, como me gusta decirte que te quiero.. porque sólo me sale decirte que te quiero, como ese hermoso y reiterativo poema de Fernando Pessoa, si lo que quiero es decirte que te quiero.. Aunque mis te quiero, no anclen sus cimientos en tu corazón, que más me da que no quieras o no puedas recoger tan lindas rosas si nacieron para ti, si me dan la dicha a mí.

Si soy yo tan feliz con los brotes frescos de este amor, que no me importa si tú.. No me quieres, para qué quiero que me quieras, si no me vas a dar más felicidad que así, con ese rechazo de lo inconquistable, lo oculto y a salvo de mí que te guardas.. Me das. Pero sé, que mi líquido de amor, mis besos invisibles, te llegarán, te empaparan en la lejanía con la humedad de la blonda que cubre mis escritos y no podrás olvidarme.

No sólo seré la musa que baila entre tus letras, sino que en la oscuridad, a la sombra de tu alcoba, seré el hada de tu alma, la creación más adorada, de la que sólo te sirves para escribir, pero que va ganándote la carne, que va llenando de veneno y calor, el músculo palpitante que te da vida, no pido más que un latido mío, sea la nota que te acompañe incansable... Cada día.


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