miércoles, 16 de abril de 2008

LA ENCRUCIJADA DE PIERNAS


Miró sus pantalones.. Uno de sus mejores trajes, una gran mancha.. Sudaba, sudaba y no había vuelto a la realidad... Aún. Pero la realidad había estado en ese rato fugaz de apenas varios minutos, ni siquiera un cuarto de hora, la realidad, estaba en la encrucijada de sus piernas; no sabía bien como, pero se dejó llevar, entre el no querer y el querer.. Como lasciva y segura le decía tantas veces.. Ganó el morbo, joder, maldito morbo que lo había atrapado.. El testimonio inapelable de aquella mancha le daba a ella la razón..

Envuelto en sus aseveraciones, cerrado al sexo más descarnado había sido espectador de la vida, eso decía ella... - ' Mis orgasmos son la vida, me dan vida, cada sensación es sangre nueva en mis atormentadas venas, sangre caliente para mi larga soledad..' Le sentó al final de la cama, correcto, como él era en todo, correcto hasta el colmo de la virtud, menos mal que su risa desgranaba a duras penas todo lo que custodiaba celoso y embebido de normas hoy casi obsoletas.. Y se tumbó en la cama con la facilidad de quien ya se sabe el papel.. Aunque luego le dijo que jamás antes tuvo público para su íntimo acto.

Sentado, anestesiado y ansioso vio como sacaba del altillo del armario algo pero no puedo saber bien qué. Vestida, descuidada de la escena, le daba igual la impresión, cuidaba más la naturalidad que el escenario, una cama sin hacer aún, las piernas abiertas.. Sorprendido porque aún llevaba las bragas, -' Eso acrecienta la excitación..'- 'Oh, si, me lo decía, insinuar pero que no se pueda ver..' Pensó. Y comenzó a enseñarle el arsenal, un aparato que jamás había visto, parecido a una bellota, algo más grande, que mediante un mando vibraba a varias intensidades..
Se echo hacía delante, mientras intentaba humedecer su garganta, pero no podía; ella introduce la bellota mecánica debajo de sus bragas, intentando adivinar que sucedía debajo de ellas, imaginó sus labios abiertos, brillantes de jugo, mientras la mujer se retorcía al mismo ritmo que sonaba el ruido del aparato, bien desagradable le pareció pero no podía andar ahora reparando en el sonido cuando enloquecía deseando que abriera las cortinas, que apartara la tela y le dejara contemplar la escena al completo. Pero ella sabia, retrasaba ese momento, dejando que el ruido del juguete erótico y sus gemidos le acompañaran en su estado de ansiedad enfermiza. Por fin, en un gesto rápido, alzó las piernas y se quitó las bragas, pero dejándolas colgadas de una de ellas.. -' Así no las pierdo' Sentenció ella tan natural, tan brutal en su experiencia del sexo solitario.. Y ya sí ya pudo constatar que brillaba aquello, que la humedad reflejaba su rostro perplejo.. Jamás se había permitido algo así.. Mirar como una mujer se masturbaba..

Pero era como si en aquella habitación sólo estuviera ella, se sentía terriblemente ignorado, sus ojos cerrados le marginaban, no le necesitaba, sólo me ofrecía el ritual como un regalo cargado de vanidad, la vanidad de quien maneja la situación por tantas veces vivida. Le dejó memorizar cada movimiento, cada espasmo, cada gemido, le dejo aprender a manejar el placer de uno para uno mismo, en versión femenina.. Entre las pasadas de la punta del juguete, se vertía su excitación que apretaba sus aún secos pantalones, pero estaba anclado a la silla, ridículo del quieto temor a desbaratar el momento, sólo podía mirar aquel ángulo de piel, rosado y henchido, que se movía entre sus dedos. Y de pronto, de un lado de la cama, ella sacó otro juguete, al parecer eran dos, si sólo dos y sin embargo para que más se dijera; un vibrador, grande, amenazante a su virilidad, competencia artificial para el ego masculino, solución de las camas vacías, de noches de negra soledad que no se pueden olvidar.

Lo miró y sintió la envidia de la ocasión de aquel falo mecánico que iba a entrar donde él sólo había entrado en sus sueños maniatados. Con seguridad ella lo introduce y empezó la danza abrazada de sus dedos y el cilindro sexual. Observó como lo sacaba casi del todo y presionaba hacía atrás, como lo introducía y lo apretaba hacía arriba.. Y recordó esas explicaciones maliciosas a través del teléfono. -' Sí, casi fuera y hacía abajo, estimulas el ano internamente.. Hacía arriba, en la pared superior de la vagina.. El punto g..'-


No podía más, pero aún podía más, entre querer irse y quedarse.. Volvió el morbo a presentar batalla y la ganó. Y permaneció igual, quieto sólo exteriormente porque todo su interior sufría una profunda catarsis, era como el fuego, su piel era el ardor del deseo pero seguía quieto, tan atento como en el primer minuto.. Al frente.. Y ella, seguía buscando el fin, el placer que tantas veces le había ensalzado como la mejor de las sensaciones que conocía, seguía angulando el vibrador en su interior entre los gemidos y el estruendo de su pasión.. Y llegó.. Dejó escapar risas escandalosas mientras cerraba sus piernas, se reía como una loca y convulsionaba las carcajadas con espasmos violentos y precisos de su cuerpo.. Pareció interminable.. Sí realmente sacó partido al momento, pensó él.



Y al terminar, como si no hubiera sido la protagonista, alzó la pierna y se ajustó las bragas a la vez que en el mismo movimiento se ponía de pie. -' Se va como si no hubiera pasado por todo lo que me dejó contemplar..' Y ahí y mirar abajo.. Para ver la mancha, con la rabia contenida.. No podía ser de otra manera en él; de no haber sentido.. Su propio orgasmo.



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2 comentarios:

Anónimo dijo...

danae,he leido y releido este ultimo comentario y me has transmitido sensaciones muy potentes y sobre todo la fuerza que puede tener una mujer sobre un hombre cuando es ella quien controla su sexualidad.Siempre he pensado que los varones en muchos aspectos somos inferiores a vosotras y por ello a traves de los siglos hemos intentado anularos.
Nuestra sexualidad si la analizas desde el punto de vista mecanico es de los mas simple, en comparacion a la vuestra, mientras que nuestro osgasmo es rapido y fugaz el vuestro suele ser mucho mas lento e intenso. Por no hablar de lo incompletos que somos al no poder sentir en nuestras entrañas una nueva vida.Todo esto da para una larga conversacion que espero tener contigo. En realidad lo que quiero decirte que tienes una forma muy intensa de relatar y que me encanta. Un admirador incondicional que espera seguirte leyendo durante mucho tiempo. Cada dia lo haces mejor.Newland Archer

El instante de Dánae dijo...

Que decirte querido amigo, tal vez sin conocernos, ambos sabemos que manejamos la pasión con la misma intensidad...

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