domingo, 21 de febrero de 2010

UN AIRE BISEX 7 PARTE







Ambas sentadas en el viejo sofá, sintiendo que estaban aflorando de nuevo los pensamientos tristes, se rozan las manos y ensamblan sus dedos, con fuerza, intentando resistir y no caer en terrenos depresivos. Unen sus labios suavemente, alargando los instantes, en un vano intento de alcanzar la inmortalidad, que se detenga el tiempo y sus ojos cerrados, como los cierran los amantes, no tuvieran que ver una vez más… sus fracasos.

_ ¿Crees que somos unas perdedoras?_ Dijo Sara mirando a Alicia desde una corta distancia tras unos intensos besos.
_Sí, es posible que seamos unas perdedoras, la suerte no está de nuestro lado, pero ni tú ni yo dejamos de plantar cara a esta vida que nos engulle y pretende no darnos tregua machacándonos con decepciones, escasez de dinero y tantas otras cosas. Pero tenemos para comer Sara, en mi caso tengo unos hijos maravillosos por los que lucho y tú ¡Tú te tienes a ti misma que vales por mil Saras! Eso sin contar la gente que te adora._

Dejaron de hablar y se centraron en sus cuerpos, Alicia se arrodilló en el suelo mientras instaba a Sara a sacar la pelvis del sillón quedando así abierta, expuesta a su boca que inició un ritual danzante con la lengua sobre todo el sexo muy humedecido de su amiga, con rapidez o con pausas, Alicia lamió incansable cada centímetro de vulva, hizo del clítoris su juguete preferido acosándolo hasta que lo llevó al éxtasis, Sara se derrumbó tras intensos gemidos y espasmos, sus pezones, minaretes de unos senos maduros que aún mantenían su altivez y turgencia, buscaron los pezones de Alicia, terminales de unos pechos inmensos, hasta rozarse con verdadera fruición.

Invirtieron los papeles, ahora Alicia era la amante pasiva, sumisa, Sara la dominante y activa que introdujo en la vagina caliente, mojada por la elevada excitación, dos de sus dedos, horadando poco a poco el orificio con movimientos pausados, se hizo camino sin dificultad, llegando a activar cualquier resorte de placer, recreándose exteriormente con mucha suavidad en el clítoris de Alicia que intentaba abrir sus piernas hasta lo imposible para facilitar a su amiga la tarea. Necesitaba más, le gustaba sentirse llena y con un instintivo movimiento asió la mano libre de Sara y humedeció en su ranura uno de sus dedos, indicándola que lo introdujera en su ano. Sara sintió miedo de herir a su amiga pero ella la tranquilizó… _ ¡Lubrícalo, lubrícalo en mi coño hasta que entre!_

Así, doblemente penetrada Alicia masajeaba sus pezones intentando retrasar el momento de llegar al clímax… pero no pudo, cerró las piernas de golpe al sentir la intensa descarga de placer mientras se mordía un dedo evitando gritar. Y empezó a reírse y moverse espasmódicamente, mientras Sara levantada contemplaba la escena divertida… _ ¡Estás loca jajá pero qué loca!_ Le dijo mientras se encaminaba a la ducha. _Vamos, ven, que te voy a quitar la tontería_

La ducha fue conjunta pero breve, se enjabonaron mutuamente, se peinaron la una a la otra, secaron los cabellos y bromearon con el aire caliente que expedía el secador.



Continuará...


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