Con el alma lacerada
por latigazos de la vida
añoro ese calor del pecho
que aun desconozco.
Sosiego y calma,
eso aventuro que guardas
tras tus serenas palabras,
no busco más…
Sólo una sombra tranquila,
silencio vivo de besos pausados
pasión controlada por tiempos,
ralentización de mi pulso.
Déjame llegar a tu oasis,
estoy exhausta de amar,
de sentir tanto aquí dentro;
sólo tiéndeme tu mano…
Y abrázame.
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1 comentario:
Ana eres inmensamente grande ,das mucho y haces bellas la palabras y haces que un hombre a tu lado se sienta querido y orgulloso de tenerte a su lado,Ana eres una MUJER con mayuscula se asi siempre UNA GRAN MUJER Pedro
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