Nuestra vida es como un tren, llevamos los vagones, cubiertos de vidas ajenas, de vacíos que dejaron... demasiados viajeros sin decir ni adiós.
Pero la máquina de hierro avanza y sólo se detiene para que suban, no se suelen bajar, se tiran en marcha... algunas veces, en una nueva estación, reconocemos una cara y... hay posibilidad de preguntar: ¿Por qué?
Volver atrás. En un tortuoso
viaje por la memoria,
donde marchitan recuerdos,
se desvanecen los ojos del amado,
aquel amor imposible.
Miras, allá donde dejaste
sepultado un amor herido,
creció una ausencia inesperada,
que dejó sumido el sol alegre,
en el barro del desamparo.
Peor ver aún latir en un atisbo,
los sentimientos sólo adormecidos,
aún lacerando las entrañas,
mostrando imágenes que perdiste,
aquellos labios que besaste.
En la soledad, al volver la mirada,
aún brillan las lágrimas vertidas,
la sangre del sacrificio, foguea
en fresco reguero perdido, yendo
indolente a regar el alma atormentada.
viaje por la memoria,
donde marchitan recuerdos,
se desvanecen los ojos del amado,
aquel amor imposible.
Miras, allá donde dejaste
sepultado un amor herido,
creció una ausencia inesperada,
que dejó sumido el sol alegre,
en el barro del desamparo.
Peor ver aún latir en un atisbo,
los sentimientos sólo adormecidos,
aún lacerando las entrañas,
mostrando imágenes que perdiste,
aquellos labios que besaste.
En la soledad, al volver la mirada,
aún brillan las lágrimas vertidas,
la sangre del sacrificio, foguea
en fresco reguero perdido, yendo
indolente a regar el alma atormentada.
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