domingo, 6 de enero de 2013

LOS REYES INTANGIBLES.

Los reyes magos... los recuerdo como la esperanza de que los deseos se cumplen, todo es posible, pese a la humildad de mi hogar... los tres ancianos podían poner a mi alcance lo que no podían proporcionarme mis progenitores...

Recuerdo un despertar con las voces y las risas de mis padres... unas raquetillas, unos papa noeles de plastico, preciosos, que portaban unos saquitos de monedas de chocolate, unas bufandas... Estos momentos son la esencia de la felicidad anclada en los ojos de una niña; mi hermano y yo dormíamos en una gran cama, creo que es el recuerdo más fiable que tengo de esta noche, años atrás.

Y la niña que había en mí necesitaba desesperadamente creer en los reyes, ya crecidita... con trece años, escribí una preciosa carta, confiada en que sí, existían, pese a que amigos ya me habían dicho que no y mi madre ante mi pregunta... callaba. Recuerdo como si fuera hoy mi recorrido hasta el buzón, retrospectivamente me veo abriendo la boca del gran tubo amarillo y meter la carta, asegurándome de que entraba... porque yo leía cuentos en la casa de mis primos, porque jugaba con los juguetes que ya no querían mis primas... ricas... porque los reyes les trajeron otros nuevos, porque necesitaba no perder la esperanza, la fe en lo increíble, lo intangible.

Y recuerdo mi llanto continuo incontenible, ¡Oh Dios cómo lloré aquella mañana! Nada, no había nada de lo que pedí en mi carta... ni sobre mi cama ni en ningún rincón de mi casa y sentí el dolor terrible de la decepción, igual que cuando me pasé dos días rezando para que mi pequeña gatita no se muriera... y se murió. Aquel día me enfadé con Dios y el día de reyes... con los reyes...

Y de mayor... quise que alguien llenara ese hueco de mi infancia y pese a saber que no existen los reyes de Oriente... me echarán... reyes.

Hoy busco los reyes invisibles, los que se sienten pero no se ven, los espirituales, los que todos necesitamos y no hay dinero que los compre. Hoy quiero que estos reyes se dosifiquen a lo largo del año... para que cada nuevo amanecer... una tenue esperanza alumbre mi camino, porque los reyes... existen.

Oscar Pascasio - Waiting for you



Esta hermosa composición de un amigo ha sido hoy mi regalo invisible, sentimiento puro para mis oídos.


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