¡Claro qué hay deseo!
¿Cómo ignorarlo, cómo ignorarte?
Y sin embargo, no puedo
sacarte de mis sueños,
sólo en ellos eres cierto,
entre tu realidad y la mía...
todo se haría añicos.
No podría soportar
tu actitud inquisitiva,
los extremismos en los
que te mueves, te debates...
no podría levantar tu endurecida
piel, a pesar de saber que
bajo ella, sólo guardas un
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