Deja que me libere,
como puedo, a duras penas,
de la perpetua tristeza,
es mi única manera de avanzar,
no quiero que me arrastre
a la realidad que cubrió el dolor.
¡Déjame!
No derritas los lacrados que guardan
los recuerdos, que nunca dejarán
de lacerar, quiero, deseo
todavía empaparme de lluvia
y quemarme de rayos de sol,
¡Déjame!
Agárrate al pasado si lo deseas,
sepulta tu vida con la desgracia
que el destino te reservó,
pero déjame sobrevivir,
quiero plantar más sueños.
quiero plantar más sueños.
¡Déjame!
Necesito respirar profundo, la vida
aún nos espera, déjate sorprender
no todo será negativo, ten fe,
el tiempo podrá su cicatriz
a la herida profunda de tu corazón.
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1 comentario:
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
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